Este fin de semana, el Papa Francisco designado como “Palabra de Dios el domingo”. Ahora, la “Palabra de Dios” no es sólo la Biblia, sino que es “La Palabra Encarnada, Jesús.” Pero, generalmente, cuando pensamos en la “Palabra”, estamos pensando en la Biblia. Cómo podemos describir la Biblia en un domingo? Voy a hacerlo este fin de semana. Voy a mencionar CADA libro de la Biblia.

Puede parecer imposible tratar de resumir cada libro de la Biblia con una sola frase, sin embargo, no soy el primero en tratar de hacer esto. Un equipo de grabación de padre e hijo que se llamaba “Aaron Jeoffrey” grabó por primera vez una canción en mil novecientos noventa y cuatro llamada “He is”, “es él.” Deseo reconocer sus esfuerzos y admitir que muchos de estos son sus resúmenes, mientras que algunos yo mismo he elaborado. Así, la Biblia en menos de quinientas palabras:

En Génesis, Él es el aliento de vida.
En Éxodo, Él es el Cordero de la Pascua.
En el Levítico, Él es nuestro Sumo Sacerdote.
En números, Él es el fuego por la noche.
En Deuteronomio, Él es la voz de Moisés.
En Josué, Él es la elección de la salvación.
En Jueces, Él es el dador de la ley.
En el caso de Rut, Él es el pariente- Redentor.
En la primera y segunda de Samuel, Él es nuestra confianza profeta.
En Reyes y crónicas, Él es soberano.
En Esdras y Nehemías, Él es el la remendadora de muros rotos y vidas.
En Tobías, Él es el Justo sanador.
En Judith, Él es el que hace el débil fuerte.
En Ester, Él es la fuente de valor.
En el primer y segundo Macabeos, Él es el gran defensor.
En Job, Él es el eterno redentor.
En los Salmos, Él es nuestro canto matinal.
En Proverbios, Él es la sabiduría el grito.
En Eclesiastés, Él es el tiempo y la temporada.
En el Cantar de los Cantares, Él es el amante del sueño.
En Sabiduría, Él es el guía fiel.
En Eclesiástico, Él es la fuente de nuestra salvación.
En Isaías, Él es el príncipe de la paz.
En Jeremías, Él es el llanto profeta.
En Lamentaciones, Él es el grito de Israel.
En Baruch, Él es la promesa del Mesías.
En Ezequiel, Él es la llamada del pecado.
En Daniel, Él es un extraño en el fuego.
En Oseas, Él es siempre fiel.
En Joel, Él es el poder del Espíritu.
En Amos, Él es el armamento que nos transportan.
En Abdías, Él es el Señor, nuestro Salvador.
En Jonás, Él es el gran misionero.
En Miqueas, Él es la promesa de la paz.
En Nahúm, Él es nuestra fuerza y nuestro escudo.
En Habacuc y Sofonías, Él está pidiendo un avivamiento.
En Ageo, Él restaura un legado perdido.
En Zacarías, Él es nuestra fuente.
En Malaquías, Él es el hijo de justicia, aumentando con la curación en sus alas.
En Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Él es el Dios-hombre, el Mesías.
En el libro de los hechos, Él es el fuego del cielo.
En Romanos, Él es la gracia de Dios.
En el Corintios, Él es el poder del amor.
En Gálatas, Él es la libertad de la maldición del pecado.
En Efesios, Él es nuestro glorioso tesoro.
En Filipenses, Él es el corazón para servir.
En Colosenses, Él es el Dios Trinidad.
En Tesalonicenses, Él es nuestro próximo rey.
En Timoteo, Tito, Filemón, Él es nuestro mediador y fiel pastor.
En Hebreos, Él es el pacto eterno.
En Jaime, Él es quien cura a los enfermos.
En la primera y segunda Pedro, Él es nuestro pastor.
En Juan y en Judas, Él es el amante venir por su esposa.
En el Apocalipsis, Él es el Rey de reyes y Señor de señores.

Él es… el príncipe de la paz, Dios Poderoso, Rey de reyes y Señor de señores. Él es… El Hijo del Hombre, Hijo de Dios, el Cordero de Dios, el gran YO SOY, el Alfa y la Omega, nuestro Dios y Salvador, Jesucristo el Señor, y cuando el tiempo no es más… Él es.

Este es el mensaje de la Biblia. Este es el mensaje de nuestra fe. Este es el mensaje de esperanza para nuestro mundo fatigado.

Esta es la forma en que nuestro Dios se reveló a sí mismo a nosotros – a través de su palabra!